viernes, 23 de septiembre de 2016

Fashion Week

Cuando no tienes entradas...


Una vez más se repite la esperada Semana de la Moda de Madrid y una vez más se convierte en una cita obligatoria para todos los amantes de la moda, así que allí estuve yo y aquí estoy ahora para contaros mi experiencia.


Una vez conseguida la invitación para el Cibelespacio tocaba decidir el modelito, toda una mañana y parte de la tarde, e incluso de la noche, vamos que estuve casi todo el día probándome ropa y mareando a amigas, a mi hermana y mi madre. Finalmente me dejé tres oufits preparados para que, después de los despueses, la misma mañana acabara poniéndome algo totalmente contrario a lo que tenía preparado.



El despertador sonaba a las 5:50, diez minutitos más en la cama para coger fuerzas y a las 6:00 en pie. Abrí el armario y recordé la última camisa que me había comprado en rebajas, una prenda diferente y cómoda, solo le faltaba un pantalón básico negro, con cinturón de doble hebilla y la chupa de  cuero, resultado final: un look roquero.

Salí de casa con mi hermana, que por suerte tenía que ir a Madríd, a las siete de la mañana, recogimos a mi amiga Pilar, con la que compartí mi invitación doble y alrededor de las ocho de la mañana estábamos en la boca de metro. Era muy temprano, así que antes hicimos una pequeña visita y a las diez nos pusimos en camino hasta Ifema; después de unos cuantos trasbordos por fin estábamos a las puertas de Mercedes Benz Fashión Week Madrid.



Recogimos la invitación y ya podíamos entrar, eran sobre las diez y media y llegábamos a tiempo para los primeros desfiles, que empezaban a las once (Dolores Cortés y Ulises Mérida). Aquí es donde empieza la aventura, para entrar a los desfiles sin problemas hacen falta entradas y si no las tienes, como era nuestro caso, toca hacer cola y esperar a que, después de que pasen todas las personas con entrada, quede espacio para las que no tenemos y los organizadores y azafatas nos dejen entrar.

Nos pusimos en la fila, y los nervios empiezan a aflorar, después de la espera la gente se empieza a mover, ya estamos casi en la puerta, y sí, pudimos entrar y además sentarnos bien cerquita de la pasarela. Dos colecciones geniales, Doleres Cortés con sus biquinis y bañadores impresionantes y Ulises Mérida con sus prendas vaporosas elegantes y frescas que seguro que veremos la próxima primavera-verano por las calles, y corriendo a bajar a la pasarela para poder hacernos las fotos correspondientes.



 Con la emoción del principio de la jornada, nos entretuvimos un poco y cuando quisimos ponernos a la fila del siguiente desfile ya llegaba muy lejos y después de la espera, esta vez nos quedamos a las puertas pero llegaron dos amigas más, y siendo cuatro todo es más fácil, mientras unas esperábamos para el siguiente desfile otras pudimos esperar para coger las revistas que regalan en cada stand al finalizar los desfiles y así conseguimos ver a Ana Locking y su colección marcada por el print de camuflaje.


Esperas y más esperas, filas y más filas, fotos y más fotos, y sobre todo emociones a raudales en muy buena compañía. Aquí estoy en mi salsa y cada momento es mejor y único, da igual las ediciones a las que vaya, porque cada una será especial y el mundo de la moda no me dejará de maravillar. Nos vemos en la próxima.

Por aquí abajo os dejo algunas fotos más.

MIL GRACIAS Y BESOS