Cuando no tienes entradas...
Una vez más se repite la esperada Semana de la Moda de Madrid y una vez más se convierte en una cita obligatoria para todos los amantes de la moda, así que allí estuve yo y aquí estoy ahora para contaros mi experiencia.
Una vez conseguida la invitación para el Cibelespacio tocaba
decidir el modelito, toda una mañana y parte de la tarde, e incluso de la noche,
vamos que estuve casi todo el día probándome ropa y mareando a amigas, a mi
hermana y mi madre. Finalmente me dejé tres oufits preparados para que, después
de los despueses, la misma mañana acabara poniéndome algo totalmente contrario
a lo que tenía preparado.
El despertador sonaba a las 5:50, diez minutitos más en la
cama para coger fuerzas y a las 6:00 en pie. Abrí el armario y recordé la última
camisa que me había comprado en rebajas, una prenda diferente y cómoda, solo le
faltaba un pantalón básico negro, con cinturón de doble hebilla y la chupa
de cuero, resultado final: un look
roquero.
Salí de casa con mi hermana, que por suerte tenía que ir a
Madríd, a las siete de la mañana, recogimos a mi amiga Pilar, con la que
compartí mi invitación doble y alrededor de las ocho de la mañana estábamos en
la boca de metro. Era muy temprano, así que antes hicimos una pequeña visita y
a las diez nos pusimos en camino hasta Ifema; después de unos cuantos
trasbordos por fin estábamos a las puertas de Mercedes Benz Fashión Week
Madrid.
Recogimos la invitación y ya podíamos entrar, eran sobre las
diez y media y llegábamos a tiempo para los primeros desfiles, que empezaban a
las once (Dolores Cortés y Ulises Mérida). Aquí es donde empieza la aventura,
para entrar a los desfiles sin problemas hacen falta entradas y si no las
tienes, como era nuestro caso, toca hacer cola y esperar a que, después de que
pasen todas las personas con entrada, quede espacio para las que no tenemos y
los organizadores y azafatas nos dejen entrar.
Nos pusimos en la fila, y los nervios empiezan a aflorar,
después de la espera la gente se empieza a mover, ya estamos casi en la puerta,
y sí, pudimos entrar y además sentarnos bien cerquita de la pasarela. Dos
colecciones geniales, Doleres Cortés con sus biquinis y bañadores
impresionantes y Ulises Mérida con sus prendas vaporosas elegantes y frescas
que seguro que veremos la próxima primavera-verano por las calles, y corriendo
a bajar a la pasarela para poder hacernos las fotos correspondientes.
Con la emoción del
principio de la jornada, nos entretuvimos un poco y cuando quisimos ponernos a
la fila del siguiente desfile ya llegaba muy lejos y después de la espera, esta
vez nos quedamos a las puertas pero llegaron dos amigas más, y siendo cuatro
todo es más fácil, mientras unas esperábamos para el siguiente desfile otras pudimos
esperar para coger las revistas que regalan en cada stand al finalizar los
desfiles y así conseguimos ver a Ana Locking y su colección marcada por el
print de camuflaje.
Esperas y más esperas, filas y más filas, fotos y más fotos,
y sobre todo emociones a raudales en muy buena compañía. Aquí estoy en mi salsa
y cada momento es mejor y único, da igual las ediciones a las que vaya, porque
cada una será especial y el mundo de la moda no me dejará de maravillar. Nos
vemos en la próxima.
Por aquí abajo os dejo algunas fotos más.