Para variar se me ha echado el tiempo encima, pero todavía quedan los días más importantes por celebrar de la navidad, y seguro que alguna que otra cena de amigos o de empresa también, así que este post es para daros algunas ideas si todavía no habéis decidido que poneros.
A parte de la ropa, también os enseño con cada outfit un peinado diferente, que si queréis que os explique cómo lo he hecho no tenéis más que decirlo jeje.
Empezamos...!
Lo de este vestido fue amor a primera vista, lo vi en el escaparate y no dudé en entrar a por él, por suerte me valía y encima fue barato, solo 25€. Pero lo mejor de este vestido, que por cierto me lo puse en la Nochevieja de hace un par de años, es que lo eché a lavar en la lavadora y salió perfecto , con las plumas intactas, así que fue una compra de 10 que además vale perfectamente para una cena, una boda o cualquier otro evento.
Este vestido ya tiene unos añitos, pero me sigue encantando, de hecho tenía pensado volvérmelo a poner este año, pero de casualidad me topé con un vestido al que no me pude resistir y que ya os enseñaré la noche de Nochevieja jiji! Continuo, el año que me lo puse, a parte de llevar un peinado muy similar al de la foto, también lo combiné con unos guantes largos, para remarcar el estilo años 20 que tiene. Por supuesto los flecos recorren todo el vestido de principio a fin por delante y por detrás, es algo con lo que soy un poco quisquillosa, me gusta que tanto si son flecos como este caso, o lentejuelas, por ejemplo no me gusta nada que solo lo lleven por delante, me da la sensación de que está a medias de hacer, aun que por supuesto siempre hay excepciones y como se dice, nunca digas nunca.
Si algo no puede faltar en Navidad son los brillos. Este es el vestido que me puse el año pasado, pero es de una par de temporadas anteriores, porque no era la primera vez que me lo ponía. Lo compré en Lefties, cosa que no suelo hacer para fechas más señaladas, porque, como supongo que os pasa a muchas y muchos, no me gusta coincidir con alguien que vaya igual. Por suerte ni coincidí la primera vez que me lo puse ni la segunda jeje! también tengo que decir que Lefties es una de las tiendas que renueva con frecuencia su ropa, así que eso también tendría que ver.
Un LBD (little black dress) siempre te salva de cualquier ocasión, y en navidad también, además son perfectos porque aceptan un sin fin de complementos con los que poner el broche de oro tu look y este incluso te permite jugar con la caída del escote, a mi me encanta asimétrico por el corte romano que le da.
Y para finalizar, no quería dejar este post sin una opción en pantalón, así que he escogido este mono que me regalaron el año pasado por mi cumple. Tiene un corte bastante clásico, pero lleva la espalda al aire lo que le da un toque sexy a la vez y al igual que ocurre con el vestido anterior, al ser totalmente en negro nos da un sin fin de posibilidades para combinarlo, en este caso solo le he puesto un collar para no restarle protagonismo, pero en otras ocasiones también me lo he puesto con diferentes cinturones, en concreto en la cena de clase del año pasado con un cinturón de una hoja en plata.
Espero que os haya gustado y sobre todo que os pueda servir de inspiración, aunque todo lo que os he enseñado es de años anteriores, pero seguro que podéis encontrar cosas muy similares de temporada.
Hay prendas
que tienen una historia detrás, y ésta es una de ellas. Compré una cazadora como
ésta en el rastro de Madrid hace años, como unos 9 para ser exactos, la vi y
era especial, de estilo bomber pero diferente, en tela más bien vaquera pero acolchada por dentro, en verde y encima abrigaba. Por aquella época no estaba muy de tendencia ese estilo, bueno más bien
nada, pero como se juntaron varios factores, como que prefiero guiarme por mis
gustos y que solo había una y yo no iba, ni voy, todas las semana a Madrid, no
lo pensé mucho y la compré.
Por aquella
época estaba estudiando estética, y me ponía mi cazadora prácticamente a
diario, hasta que un día me la dejé olvidada en clase, era de esos días de
entre tiempo, que por las mañanas llegas congelada y al medio día te sobra todo
y así me pasó, ni acordarme de mi cazadora. Cuando llegué la mañana siguiente
corrí a buscarla, pero alguien ya había decidido que era mucho mejor quedársela
en lugar de preguntar por la dueña.
Me dio mucha
rabia, pero nunca supe 100% quién había sido aunque tuviera sospechas y sobre
todo porque no era una chaqueta que pudiera comprar en cualquier tienda como si
se tratase del grupo Inditex, por poner un ejemplo. Pero… casualidades de la
vida o por un pequeño regalo del destino, un tiempo después, y en el mismo
rastro ahí estaba de nuevo, sola otra vez, no sé si es que las sacaban con
cuentagotas, pero el caso es que ahí estaba esperándome, y por supuesto la
volví a comprar.
Ahora hacía
tiempo que no me la ponía la verdad, me he ido comprando abrigos nuevos y se
había quedado un poco olvidada, pero esta semana sacando la ropa de invierno
apareció y me pareció perfecta de nuevo y más actual que nunca.
La moda es
totalmente cíclica, siempre se retroalimenta de otras épocas y como
habitualmente se dice todo vuelve. Por eso soy de las que no se deshace de las
prendas así como así y no tengo ningún problema en usar ropa de segunda mano,
de hecho creo que haré un post especial con este tipo de prendas para que veáis
que lo que para una persona ha llegado a su fin, otra puede darle una nueva
vida.
Hay a quien no le gusta, e
incluso le molesta que se adopten y celebren fiestas de otros países, pero a mí
me encanta disfrazarme, y aprovecho cualquier excusa para hacerlo y
montar una fiesta. En una ocasión leí en relación a este tema una respuesta muy
buena, y es que ¿hay algo más español que apuntarse a todas las fiestas?, pues
eso que cada uno celebre lo que quiera venga de donde venga jeje!
Al lio, ya tenemos encima la celebración de Halloween, y pensando en aquellas personas que, como a mí, les gusta
disfrazarse y pasarlo bien con los amigos, me ha apetecido enseñaros algunas
fotos de años anteriores y contaros como me preparo para ese día.
Supongo que como muchas y muchos,
los días de antes (o el mismo día en más de una ocasión) busco ideas por
internet, pongo en google todas las palabras posibles relacionadas con el tema
y una vez que tengo la inspiración concreto más en la búsqueda de imágenes y
sobre todo de videos en Youtube para el maquillaje, donde ya sabéis que hay
tutoriales muy buenos.
Al igual que para carnaval creo
que lo más importante es el disfraz, para Halloween creo que el maquillaje juega un papel
fundamental, puedes ir vestid@ incluso con tu ropa del día a día y quedar
fenomenal con un maquillaje bien hecho. Aun así yo ya que me pongo me pongo, y
me disfrazo de arriba a abajo jeje!
He elegido tres disfraces, el
primero es de “niña” vi el maquillaje y me encantó, en esta ocasión tuve claro
que me lo quería hacer, y en cuanto a la ropa recurrí a un clásico, un camisón
el cual manché un poco con pintalabios rojo simulando sangre. En esta época me
había cortado el pelo bastante y al cardarlo quedó muy chulo. Tengo que decir
que esa noche al final acabé perdiendo el lazo y el osito jeje!
Para este segundo me apetecía algo
diferente, y en esta ocasión elegí primero el disfraz, unas alas y un tutú,
todo negro, que me puse con ropa de calle, un jersey de cuello cisne y unos
leggins encerados. Sombra ahumada y
eyeliner bien marcado para los ojos, cara pálida y el toque de Halloween en los
labios de negro y gloss rojo.
Y por último el disfraz del año
pasado, aquí tenía claro que me apetecía hacerme un maquillaje de calavera, así
que directamente me puse a buscar vídeos tutoriales que me ayudaran. En
principio me iba a maquillar la cara entera como una calavera, pero en vista
de que me había quedado bastante bien una mitad, no me quise arriesgar a que no
quedara igual el otro lado y opté por maquillarme de fiesta, con labio rojo, el
ojo bien marcado y la piel un poco pálida para acompañar el look. En cuanto a
la ropa, recurrí a un disfraz de pirata que ya tenía de carnaval y lo
complementé con unas medias super chulas de esqueleto que compré en Lidl y que
además brillaban en la oscuridad.
Y para este año la verdad es que aún no he pensado nada, así que me tocará improvisar jeje!, eso sí, salga lo que salga os lo enseñaré por Instagram.
MIL GRACIAS Y BESOS
CONSEJO: para los maquillajes os
recomiendo que uséis primero una base de maquillaje, en el tono más claro
posible, si lo que buscáis es parecer más pálid@s, por toda la cara, para que a
la hora de aplicaros otros maquillajes o pinturas de fantasía (que en ocasiones
no son de muy buena calidad) evitéis que os salgan rojeces o granitos en la
piel.
Una vez más se repite la esperada Semana de la Moda de
Madrid y una vez más se convierte en una cita obligatoria para todos los
amantes de la moda, así que allí estuve yo y aquí estoy ahora para contaros mi
experiencia.
Una vez conseguida la invitación para el Cibelespacio tocaba
decidir el modelito, toda una mañana y parte de la tarde, e incluso de la noche,
vamos que estuve casi todo el día probándome ropa y mareando a amigas, a mi
hermana y mi madre. Finalmente me dejé tres oufits preparados para que, después
de los despueses, la misma mañana acabara poniéndome algo totalmente contrario
a lo que tenía preparado.
El despertador sonaba a las 5:50, diez minutitos más en la
cama para coger fuerzas y a las 6:00 en pie. Abrí el armario y recordé la última
camisa que me había comprado en rebajas, una prenda diferente y cómoda, solo le
faltaba un pantalón básico negro, con cinturón de doble hebilla y la chupa
de cuero, resultado final: un look
roquero.
Salí de casa con mi hermana, que por suerte tenía que ir a
Madríd, a las siete de la mañana, recogimos a mi amiga Pilar, con la que
compartí mi invitación doble y alrededor de las ocho de la mañana estábamos en
la boca de metro. Era muy temprano, así que antes hicimos una pequeña visita y
a las diez nos pusimos en camino hasta Ifema; después de unos cuantos
trasbordos por fin estábamos a las puertas de Mercedes Benz Fashión Week
Madrid.
Recogimos la invitación y ya podíamos entrar, eran sobre las
diez y media y llegábamos a tiempo para los primeros desfiles, que empezaban a
las once (Dolores Cortés y Ulises Mérida). Aquí es donde empieza la aventura,
para entrar a los desfiles sin problemas hacen falta entradas y si no las
tienes, como era nuestro caso, toca hacer cola y esperar a que, después de que
pasen todas las personas con entrada, quede espacio para las que no tenemos y
los organizadores y azafatas nos dejen entrar.
Nos pusimos en la fila, y los nervios empiezan a aflorar,
después de la espera la gente se empieza a mover, ya estamos casi en la puerta,
y sí, pudimos entrar y además sentarnos bien cerquita de la pasarela. Dos
colecciones geniales, Doleres Cortés con sus biquinis y bañadores
impresionantes y Ulises Mérida con sus prendas vaporosas elegantes y frescas
que seguro que veremos la próxima primavera-verano por las calles, y corriendo
a bajar a la pasarela para poder hacernos las fotos correspondientes.
Con la emoción del
principio de la jornada, nos entretuvimos un poco y cuando quisimos ponernos a
la fila del siguiente desfile ya llegaba muy lejos y después de la espera, esta
vez nos quedamos a las puertas pero llegaron dos amigas más, y siendo cuatro
todo es más fácil, mientras unas esperábamos para el siguiente desfile otras pudimos
esperar para coger las revistas que regalan en cada stand al finalizar los
desfiles y así conseguimos ver a Ana Locking y su colección marcada por el
print de camuflaje.
Esperas y más esperas, filas y más filas, fotos y más fotos,
y sobre todo emociones a raudales en muy buena compañía. Aquí estoy en mi salsa
y cada momento es mejor y único, da igual las ediciones a las que vaya, porque
cada una será especial y el mundo de la moda no me dejará de maravillar. Nos
vemos en la próxima.
El post de esta semana va a ser un poco diferente, porque
probablemente haya más fotos que texto a proporción, pero está justificado pues os voy a
hablar de mis últimas compras y, en ocasiones como ésta, una imagen vale más que
mil palabras.
Holaa!
Sí amigas y amigos, ha llegado esa época del año que todo
amante de las compras espera, anhela y desea, por fin están aquí las rebajas.
Tenía muchas ganas de que llegara el día 1 de julio para hacer algunas compras,
pero la verdad es que no me podía resistir y antes ya había hecho algunas
compras para el verano, algunas prendas las compré antes de irme a Cádiz porque
me apetecía estrenar alguna cosita por allí y otras ha sido porque me hacían falta, como la ropa del
gimnasio, en la cual me da una pereza enorme gastarme el dinero, y la que ya os enseñaré en un post dedicado a ella.
Me encanta ir de compras, es una debilidad y lo hago más de lo que debería, pero para compensar soy de compras bastante adquiribles, por no decir baratas directamente, mientras la prenda merezca la pena me lanzo a por las gangas, pero esto tiene un inconveniente, con poco las cosas me parecen caras, sobre todo por mi economía… Y así me pasó, ya lo sé de sobra que en las primeras rebajas los descuentos no son para tirar cohetes pero yo tenía que ir a comprobar que no hubiera algún chollo que mereciera la pena y sobre todo fichar las prendas que espero que sigan estando para las segundas rebajas más baratas y que ya os contaré si es así.
Por suerte ahí estaba Lefties donde siempre encuentro algo y a los precios que me gustan y sobre todo que me puedo permitir y aunque compré muy poquito me quité la espinita de las rebajas, vale de las rebajas y de lo que no son rebajas, porque existe una fuerza mayor, una tendencia inexplicable a acabar mirando la zona de nueva temporada, donde acabé cogiendo una camisa blanca perfecta, porque parece que allí todo resplandece más, y vamos cual polilla a la luz, (esto son cosas de las señoras y señores del marketing que son gente muy lista y nos lían), en mi defensa tengo que decir que la camisa blanca es una prenda de fondo de armario imprescindible y totalmente necesaria, pero también hizo que no me cogiera un par de camisetas más de las que sí tenían rebaja, así que hasta aquí mi mini jornada de rebajas.
Consejo: Antes de lanzarte como un/a loco/a a las rebajas haz
un repaso a tu armario, mira bien toda la ropa, zapatos y complementos que
tengas de antes y a la hora de comprar piensa qué partido le vas a poder sacar
a cada prenda, si ya tienes algo que sea muy similar o si lo vas a poder
combinar con algo que ya tengas, para no acabar comprando por comprar y
gastando muchos pocos en cosas que finalmente mueren en el armario con la
etiqueta puesta.
Después de esto solo me puedo despedir con este refrán: “consejos
vendo y para mí no tengo”. XD
No tengo ningún perdón, llevo
demasiados días sin escribir, pero por fin me ha venido la inspiración y aquí
estoy de nuevo para contaros cosas, esta vez sobre mi graduación en periodismo,
un día muy especial del que he hecho una crónica.
Hola amiguit@s!
Todo comenzaba con los
preparativos. Antes de ir en busca de un vestido nuevo revolví los armarios
repasando prenda por prenda, pero como en muchas ocasiones ocurre y como muchas
me comprenderéis… ¡no tenía qué ponerme!, ninguna de las faldas, vestidos o
pantalones me parecían adecuados para el gran día. Y lo peor no era eso, lo
peor era que, para no variar, había dejado todo para última hora y a una semana
del día estaba sin mi oufit y sin días libres para hacer una escapada de
compras.
Con los
exámenes recién terminados y a expensas de la entrega del último ensayo, me fui
a disfrutar del puente de Castilla-La Mancha a uno de los pueblos más bonitos
de España, Vejer de la Frontera (Cádiz), muy bonito, pero donde no esperaba
encontrar mi vestido para el gran día. Mi intención allí era disfrutar del
pueblo y aprovechar la playa todo lo posible, o más bien todo lo que el tiempo
meteorológico me lo permitiera. Tiempo que llevaba mirando más de una semana y
que desde el principio predecía lluvias para el sábado. Y… efectivamente el
sábado llovió, porque como dice mi gran amiga Eva Martínez “vamos al río y se
seca”. Pero, como no hay mal que por bien no venga (hoy estoy refranera). me
planté en el centro comercial Bahía Sur
de San Fernando y en el Corte Inglés
me estaba esperando mi vestido.
Sencillito, de color alegre, rojo
anaranjado, con volantes en los hombros (tendencia) y de mi talla, me encantó
en la percha, cosa que, siendo sincera, no pasó cuando me lo probé, debido
sobre todo a la inseguridad que me provocaba el hecho de que no me había
probado nada más antes, porque en verdad me sentaba bien, iba cómoda con el
largo y con el corte, y el color me favorecía porque con poco cojo colorcito, y
aunque las jornadas de playa no fueron muy intensas fueron suficiente jeje. Así
que, teniendo la aprobación de mi madre, a la que le mandé una foto, unido a que
en El Corte Inglés no hay problema con las devoluciones y que el precio (40€) estaba
por debajo del presupuesto que tenía pensado gastarme de máximo, me lancé a comprarlo.
Me recorrí varias tiendas para
ver si encontraba algo que me gustara más, pero no pasó, por lo que empecé a
pensar en los complementos, más concretamente en los zapatos, los cuales ya
tenía en mente, sandalias abiertas, de estampado tropical (hojas verdes y
alguna flor o detalle del color del vestido), tacón ancho y algo de cuña para
aguantarlos bien toda la tarde y la noche. Pero nunca salieron de mi cabeza,
pedía demasiado y no los encontré.
Ya en casa, me puse a mirar entre
todos mis zapatos de verano, y allí estaban, una sandalias que compré hace más
de cinco años en Blanco, pero que
creo que nunca han estado tan de moda como ahora por llevar una lazada en la
parte de atrás con la que se ajusta como el sistema de un corpiño. No eran para
nada lo que tenía en mente, y cuando digo nada es nada de nada, color crudo,
con detalles en dorado, tacón fino y muy poquita cuña delante, pero hacen un
pie perfecto, eso si no aptas para estar de pie muchas horas, o por lo menos yo
no las aguanto tanto tiempo, pero para eso tenía el plan B, unas cuñas
perfectas que encontré sin buscarlas y sobre todo sin esperármelo en Alcampo.
Pasé a hacer unas compras rápidas y allí estaban, en la entrada, con el color
exacto, la altura ideal y el precio muy accesible (12€). Tan accesible, que en
verdad cogí dos pares de diferente color, unas las que finalmente me quedé y
otras en tonos verdes que no terminaron de convencerme y acabé descambiando.
Tenía todo preparado, los dos pares de zapatos (los taconazos y las cuñas) en la bolsa, la pulsera, los anillos, el bolso, (que también lo tenía de hace tiempo) y el vestido planchado y colgado en la percha listo para traérmelo a Cuenca el lunes, pues estaba en Tarancón como todos los fines de semana. Pero no, para variar tiene que haber imprevistos, y cuando ya iba camino de Cuenca me acordé de que no había cogido el vestido (punto para Silvia) soy un despiste con patas, lo reconozco. Pero bueno, la verdad es que no suponía un gran problema pues mi familia vendría el sábado para acompañarme en el gran día y podrían traérmelo.
Llegó el sábado 11 de junio,
fecha que, a partir de ahora, no solo lo recordaré por ser el cumpleaños de mi
primo David, también lo recordaré por ser un día muy especial, el día de mi
graduación como periodista. Amaneció, y aunque no madrugué en exceso porque
quería estar descansada, esa mañana me dió tiempo a hacer de todo, el acto no
comenzaba hasta las 6 de la tarde, y hasta esa hora, me duché, saqué a Sauron,
me ricé el pelo y me cogí los rulos (para que me aguantara más el pelo), limpié
la casa entera, hice la comida, comí y me solté los rulos para empezar a ver
qué iba a hacer con tanto rizo. Improvisé y finalmente me salió una especie de
coleta baja informal con la que me sentía cómoda. Me maquillé como lo suelo
hacer normalmente, la verdad que lo único un poco especial es que me delineé la
raya de debajo de los ojos con un poco de sombra verde y cuando me quise dar
cuenta eran casi las cinco de la tarde y tenía un ataque de nervios que me recorría
todo el cuerpo. Llegó mi vestido, me lo puse con todo el cuidado del mundo para
no mancharlo y no despeinarme, me puse los zapatos (cosa que tenía que haber
hecho antes porque casi me mato para evitar que se arrugara el vestido) y
marché para la universidad.
Los nervios iban en aumento según
se acercaba la hora del acto. Salí del coche y a medida que iba avanzando me fui
encontrando con mis compañeros, los cuales compartían el mismo estado de
nervios que yo. Unas cuantas fotos con la familia, un rato de espera mientras
se sentaban los invitados, revuelo en la puerta del salón y… ¡ya! Por fin
podíamos entrar y ocupar nuestros asientos.
Para nada fue un acto corriente,
por supuesto que hubo discursos y el coro cantando como estipulaba el
protocolo, pero ahí estábamos los alumnos de periodismo para dar guerra hasta
el final. Lo primero de todo fue proyectar un corto grabado y montado por unos
compañeros en el que participamos todos los alumnos de cuarto, los dos
presentadores, también compañeros, dieron el toque de humor y para dar la nota,
en el buen sentido, tuvimos música rock en directo de la mano de otros
valientes, también compañeros claro, ¿quién tiene rock en su acto de
graduación? Avanzaba la tarde y llegó el momento de colocarnos las becas, sin
duda uno de los momentos más emocionantes, las piernas comenzaban a temblar
pensado en un posible tropiezo al subir las escaleras, pero no había cabida para
ello, era momento de sacar pecho y pisar fuerte por lo que significa esa beca,
esfuerzo, dedicación, aprendizaje y mucha ilusión, ilusión y orgullo que se
reflejaba en la cara de todos los presentes. Para finalizar un vídeo con fotos
de los grandes momentos que hemos pasado en estos cuatro años de carrera, y
como colofón final, el himno de la UCLM versionado por nuestros compañeros que
tocaron con la guitarra eléctrica y la batería dando pie al canto del coro, sin
duda algo memorable y admirable que nunca se había hecho y que probablemente
nunca se volverá hacer o por lo menos no será lo mismo por la innovación y el
factor sorpresa.
Corto III promoción periodismo
Reí, lloré y aplaudí a rabiar,
hasta el punto de que se me hincharon los dedos y el anillo me estaba haciendo
polvo, pero no importaba, fue un acto genial. Al terminar fotos y más fotos, la
de familia con todos los compañeros, con los familiares y por supuesto con las
amigas que me llevo de esta intensa etapa que llega a su fin. Para después nos
esperaba una cena, la cual recuerdo como una boda pero con todo amigos, en la
que a cambio del clásico vivan los novios se les hicieron cánticos a los
profesores que nos acompañaron, los cuales respondieron con el mismo
humor. Se podría decir que me alimenté
de risas.
Este era un día de fiesta y
celebración, nuestro gran día, y para rematarlo como es merecido, una vez acabada la
cena nos dirigimos al local que teníamos reservado con barra libre. Bailamos,
bebimos y no entraré en más detalles, porque como se suele decir, el resto es
historia…
NOTA > Podéis encontrar los vídeos del acto en el siguiente enlace:
Antes de nada lo siento por no haber escrito la semana pasada. Como he dicho por Instagram, he empezado la época de exámens, y lo peor es que aún tengo que entregar trabajos, así que estoy un pelinin liada. A parte la semana pasada participé en un programa de radio que hicimos en directo los alumnos de la facultad, algo de lo que estoy muy contenta de haber hecho aunque eso supusiera pasar uno días de estrés jeje!
Hola amiguit@s!!
He estado pensado sobre qué escribir para no teneros abandonados una semana más, y me he dado cuenta de que no he explicado en ningún momento el porqué del nombre tanto del Instagram como del blog después, LadybugStyles.
No se muy bien cuando empezaron a gustarme las mariquitas de una forma más especial, pero lo cierto es que desde hace mucho tiempo forman parte de mi vida, en complementos, decoración, accesorios... Es por eso que decidí usarlas también como nombre, para ahora también forman parte de lo que más me gusta, la moda.
Le dí muchas vueltas al nombre y me acabé decantando por LadybugStyles, porque es algo que me identifica, todas las personas que me conocen saben que me encantan las mariquitas, y es que son buenas para las plantas y cultivos, traen buena suerte y no pueden tener más estilo con ese traje de lunares flamencos que visten XD. A su vez la segunda parte del nombre -Styles- es porque cree mi Instagram con el fin de mostraros mis distintos estilos. Cierto es que acostumbro a un look casual y relajado, sobre todo entre diario, porque voy de la universidad a casa y poco más jeje!, pero también me encanta combinar prendas diferentes y por supuesto arreglarme con las mejores galas cuando la ocasión lo requiere ;p
Para terminar, el hecho de que el nombre sea en inglés, a pesar de que no es para nada mi pasión, incluso es algo pendiente (puestos a confesar), no es ni más ni menos, que porque queda mejor y porque hay que reconocer que es más internacional, jeje!
Ale! Pues ya sabéis algo más sobre mí jeje! Espero que aunque haya sido breve os haya gustado el post de esta semana.